Los vídeojuegos han ganado fama negativa debido a su probable efecto perjudicial sobre los niños; ya que, en muchas ocasiones, inciden en el rendimiento académico. Pero, esto depende del modelo de entretenimiento y del tiempo de dedicación. Sigue leyendo para que te enteres de cómo los VJ pueden ser positivos para tus hijos.
Estas entretenidas herramientas aportan beneficios a los niños amantes de la tecnología; ya sea que se conecten a Internet o posean vídeoconsolas. Veamos algunas de las habilidades que los VJ podrían ayudar a desarrollar en tus pequeños:
➨ Atención y creatividad. Estimulan la imaginación, memorización y concentración, al tener que recordar gran cantidad de detalles para resolverlos.
➨ Agilidad de la memoria. Ayudan a crear pensamiento crítico, reflexión, capacidad de análisis, y generación de ideas éticas, filosóficas y sociales en los jugadores.
➨ Lingüística o aprendizaje de idiomas. Motivan a aprender otras lenguas, para poder comunicarse con los participantes, entender la historia planteada, captar las instrucciones, etc.
➨ Trabajo en equipo. Enseñan cómo resolver conflictos de manera colectiva y colaborativa; además, contribuyen con las relaciones interpersonales.
➨ Aprendizaje didáctico. Dentro de los vídeojuegos se aprende con acciones, se potencia la actividad física, se incrementan los conocimientos generales, etc.
➨ Habilidades cognitivas. Incrementan la atención, destreza visual y capacidad lectora. E incluso podrían mejorar problemas como la dislexia, al exigir a los usuarios enfocarse para entender el funcionamiento del juego.
➨ Capacidad de respuesta. Se agiliza al plantear interrogantes y situaciones que exigen tomas de decisiones rápidas, concretas y acertadas.
¿Podrían ser utilizados los vídeojuegos cómo método educativo?
Definitivamente, sí. Muchos de ellos enseñan a jóvenes e incluso a adultos a:
➨ Activar el aprendizaje. Por medio del juego se transmiten conocimientos, al mismo tiempo que entretenimiento; esto, hace más emocionante el proceso de asimilar nueva información.
➨ Aumentar el estímulo alcanzando metas. Al mantener el interés e incrementar la motivación a través del esfuerzo y la constancia en la obtención de una recompensa se consigue que los jugadores deseen aprender.
➨ Mejorar las habilidades físicas y mentales. Esto se logra por medio de la práctica frecuente. Un gran ejemplo lo constituyen los simuladores que enseñar a conducir o controlar aviones, barcos o automóviles.
Orientación a los padres con respecto a los vídeojuegos
Los padres deben estar atentos, en general, a todas las actividades que realizan sus hijos. Por ello, en cuanto a los vídeojuegos, es recomendable que:
➨ Valides el contenido. Evita los VJ violentos y prefiere a los educativos, los que establecen alianzas o impulsan la socialización. La idea es que esto no se convierta en una actividad solitaria.
➨ Fijes límites de tiempo. Es conveniente definir hasta que hora puede jugar tu hijo en tiempos de clase, los fines de semana o las vacaciones. Establece que primero debe hacer los deberes, actividades deportivas, bañarse y comer.
➨ Sigas recomendaciones de uso. Para la salud física del niño, es esencial acatar las instrucciones médicas sobre niveles de iluminación y brillo ambiental, distancia del jugador a la pantalla, volumen del equipo, etc
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Fuente: GizTab – Youtube