Obsequiar flores es una de las costumbres más arraigadas para agasajar a una persona e incluso, constituye un ritual universal para enamorar. Pero, ¿te has preguntado alguna vez sobre el origen de tales regalos? Sus inicios formales datan de la Edad Media y, en dicha época, conocer su lenguaje era fundamental para quien las entregaba.
Con flores se podía comunicar el mensaje más bello o cometer un error al entregar un sencillo ramo, algo inadecuado, para quien lo recibía. En general, este es un obsequio simbólico que demuestra amabilidad, cariño, atención o amor. Y, aunque ahora lo vemos como algo natural, quizás te gustaría saber de dónde proviene esta costumbre
¿En qué ocasiones se obsequian flores?
Por lo general, se trata de fechas y eventos muy puntuales; entre ellos: días de San Valentín, aniversarios de boda u otros, compromisos, graduaciones, cumpleaños, nacimientos, días de las madres, etc. Incluso se entregan en funerales, como una forma de mostrar respeto a los familiares del difunto.
Ha habido excavaciones donde se han encontrados rastros de ramilletes fosilizados; lo que indica que las flores, desde tiempos prehistóricos, han estado incluidas en actos funerarios o religiosos. Asimismo, se les ha vinculado a lo divino como un acto de devoción. Y si provenían de personas de alta alcurnia, reyes o emperadores, se consideraba que el receptor era de alta estima.
En la época del romanticismo, se mantuvo vigente este misterioso lenguaje floral. Así, por medio de los ramos se podían expresar sentimientos y estados de ánimo que solo se querían comunicar a una persona. En consecuencia, los enamorados usaron este medio para enviarse mensajes explícitos acerca de sus pasiones.
Floriografía | Un idioma diferente
Durante el siglo XIX dicho lenguaje se propagó por Europa, expresando toda una gama de emocionalidad: pasión, tristeza, amor, alegría, soledad, etc. Y, aunque actualmente resulte menos específico, regalar flores es una forma de comunicación que sirve para reemplazar las palabras con un mensaje particular.
Hoy en día, se le considera una manera de halagar a la pareja, familiares y amigos. Por lo que, mediante la floriografía se expresa una sentida emoción, como admiración, deseos de éxito, nostalgia, cariño o quizás un “recupérate pronto”.
Si bien enviar flores es algo especial, puedes darles un toque único al acompañarlas con dulces o el clásico chocolate, alguna joya o reloj. Cuadran bien con un obsequio tecnológico, con detalles más personales o en ocasión de una invitación a comer. Y, todos estos artículos los podrás adquirir en el Centro Comercial Alcampo La Laguna.