Desde la primera prenda femenina para bañarse en público, que cubría todo el cuerpo, hasta los sexys modelos de hoy, en este post te contamos sobre la historia de los bañadores de mujer. El primero de ellos fue elaborado en 1920 por la marca Jantzen, usando un tejido elástico.
En aquella época, tales prendas fueron reservadas para las nadadoras profesionales que, dicho sea de paso, eran muy pocas. No fue sino a partir de 1928 que el diseño cambió, y dejó de cubrir rodillas y antebrazos.
A finales de la década de los veinte apareció la primera colección de bañadores pegados al cuerpo, que incluían como accesorios el gorro elástico y la bata (albornoz). Un punto a destacar es que estos fueron los primeros modelos pertenecientes al estilo “nadadora”.
Modernizando el diseño de los bañadores
En 1935, se confeccionó en los Estados Unidos el primer bañador de dos piezas independientes. Se comenzaron a elaborar entonces prendas semi-elásticas, cortadas a la mitad (a la altura de la cintura). Y las actrices de Hollywood los popularizaron.
Cabe mencionar que, ya para esta época, los hombres podían exhibir el torso. En 1946, el francés Louis Réard lanzó una línea de bañadores de dos piezas que constituyó el preámbulo del polémico bikini.
Nacido a mitad del siglo XX, esta prenda rápidamente se convirtió en toda una leyenda. El bikini irrumpió con fuerza en los años 60 y 70, y a partir de allí su carrera fue indetenible. En ese entonces se usaba con libertad en países como Francia y EE.UU; mientras que, las mujeres continuaban luchando por el derecho a lucirlo en España.
El bikini | Una prenda inmortal
En el cine, actrices como Brigitte Bardot y Úrsula Andress arrasaron con sus bikinis. Esta última causó un impacto inolvidable con su impresionante traje blanco de dos piezas, en la película “El Agente 007 contra el Dr. No (1962)”.
Y con excepción de la tanga, que aparece en los 70, todo lo demás pierde brillo. El bikini en cada década se ha adaptado a las costumbres y los gustos de las mujeres. Actualmente, los bañadores no solo ofrecen funcionalidad sino también belleza, haciendo que las jóvenes se sientan cómodas y seguras.
Debido a que, el bañador de mujer ha sido siempre polémico, funcional, bello y sexy, esta es una más de las tantas historias de la liberación femenina. Así, es mucho lo que se expresa con una prenda de vestir tan pequeña, pero sin la cual resulta muy difícil imaginar el verano.
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